"Si el Carmelo tiene la gloria del Culto Josefino, es por el incremento que le dio Santa Teresa, continuado por sus hijas e hijos, quienes proclaman gozosos con su Sta Madre: " San Jose es mi verdadero padre y señor". Por ello es protector especialisimo del Carmelo Teresiano desde sus origenes"



jueves, 22 de diciembre de 2011

La Virgen y San José



La Virgen y San José
juntos pasaron el rio
y en una cuna de flores
llevan al niño metido.

Ya le llevan al recien nacido
mantilla pañales faja y fajetin,
porque vienen los frios de Enero
y el Rey de los cielos esta pobretin.

A Jesús mira la Virgen
y a la Virgen San José
y Jesús mira a los dos
y se sonrien los tres.

Ya le llevan al recien nacido
mantilla pañales faja y fajetin,
porque vienen los frios de Enero
y el Rey de los cielos esta pobretin.

La Virgen lo tiene en brazos
y unos ratos San José
¡quién pudiera Virgen mía,
ayudárnoslo a tener!.

Ya le llevan al recien nacido
mantilla pañales faja y fajetin,
porque vienen los frios de Enero
y el Rey de los cielos esta pobretín



martes, 13 de diciembre de 2011

Patriarca de la vara florida, padre nutricio del Niño Dios, casto esposo de la Virgen, patrón de la Iglesia universal --así como de los padres de familia--, si hay grados humanamente medibles en la santidad José es el primero de los santos, y su nombre se invoca junto a los de Jesús y María formando lo que se ha llamado la trinidad de este mundo.

domingo, 27 de noviembre de 2011


La vida santa de San José, la asistencia de Jesús y de María, todo contribuyó a que su muerte fuese preciosa y ante los ojos del Señor.

La santa muerte de José ha producido preciosos frutos sobre la tierra. Fue como aromatizada del suave perfume que deja tras de sí una santa vida y una santa muerte, y dio a los cristianos un potente protector en el cielo cerca de Dios, especialmente para los agonizantes.

¡Oh muerte feliz! Si no puedo, como José, exhalar mi último suspiro entre Jesús y María, visibles a mi mirada, pueda yo, al menos, sobre mi labios moribundos, unir vuestro nombre, ¡oh José! a los nombres de Jesús y de María.

viernes, 18 de noviembre de 2011

San José alienta a las familias, a los padres y madres cristianos, para que construyan su convivencia cotidiana desde el amor y la fe que se vivían en la Sagrada Familia de Nazaret, a fin de que, poniendo a Cristo, la Eucaristía, en su centro, lleguen a ser semillero de generosas vocaciones al sacerdocio y a la vida consagrada, tan necesarias para nuestra Iglesia y nuestra sociedad.



viernes, 4 de noviembre de 2011


Sobre todo lo que hace grande a este Santo Varón de Dios al igual que su Bendita Esposa, es su confianza en el Señor, pues supieron escuchar con gran humildad y docilidad la voz de Dios como nos dice la Sagrada Escritura: "Su marido José, como era justo y no quería ponerla en evidencia, resolvió repudiarla en secreto. Así lo tenía planeado, cuando el Ángel del Señor se le apareció en sueños y le dijo: «José, hijo de David, no temas tomar contigo a María tu mujer porque lo engendrado en ella es del Espíritu Santo. Despertado José del sueño, hizo como el Ángel del Señor le había mandado, y tomó consigo a su mujer." (Mat. 1,19-20, 24). 

lunes, 24 de octubre de 2011


“La Iglesia, que, como sociedad del Pueblo de Dios, se llama a sí misma también la Familia de Dios, ve igualmente el puesto singular de San José en relación con esta gran Familia, y lo reconoce como su Patrono. Esta meditación despierta en nosotros la necesidad de la oración por intercesión de aquél en quien el Padre celestial ha expresado, sobre la tierra, toda la dignidad espiritual de la paternidad. La meditación sobre su vida y las obras, tan profundamente ocultas en el misterio de Cristo y, a la vez, tan sencillas y límpidas, ayude a todos a encontrar el justo valor y la belleza de la vocación, de la que cada una de las familias humanas saca su fuerza espiritual y su santidad”.

(Beato Juan Pablo II)

martes, 11 de octubre de 2011

Oración a San José

A Vos recurrimos en nuestra tribulación, bienaventurado José, y después de haber implorado el auxilio de vuestra Santísima esposa, solicitamos también confiadamente vuestro patrocinio. Por el afecto que os unió a la Virgen Inmaculada, Madre de Dios; por el amor paternal que profesasteis al Niño Jesús, os suplicamos que volváis benigno los ojos a la herencia que Jesucristo conquistó con su Sangre, y que nos socorráis con vuestro poder en nuestras necesidades. Proteged, prudentísimo custodio de la Sagrada Familia, al linaje escogido de Jesucristo; preservadnos, Padre amantísimo, de todo contagio de error y corrupción; sednos propicio y asistidnos desde el Cielo, oh, poderosísimo Protector nuestro! en el combate que al presente libramos con el poder de las tinieblas, y del mismo modo que en otra ocasión librasteis del peligro de la muerte al Niño Jesús, defended ahora a la Santa Iglesia de Dios de las asechanzas del enemigo y de toda adversidad. Amparad a cada uno de nosotros, con vuestro perpetuo patrocinio, a fin de que, siguiendo vuestros ejemplos y sostenidos con vuestros auxilios, podamos vivir santamente, morir piadosamente, y obtener la felicidad eterna del cielo.
Amén.



sábado, 10 de septiembre de 2011


LA INTERCESIÓN DE SAN JOSÉ
La vida de S. José es un manto que protege a Jesucristo y a su Madre; a la Iglesia, Cuerpo místico de Cristo, y a cada bautizado. Los bautizados, con la Iglesia, invocamos a San José para que nos ilustre sobre la fidelidad en los caminos de nuestra vocación y misión.

miércoles, 31 de agosto de 2011


"Consideramos el amor que San José llevaba a María, su santísima esposa. Ella fue la más hermosa de todas las mujeres. Ella era más humilde, más pura, más obediente, más inflamada por el amor de Dios, que todos los ángeles y de todos los hombres que han sido o serán creados. Por lo tanto, ella merece todo su amor. A esto hay que añadir la realización del amor que ella tuvo para él, y el hecho de que Dios había elegido como su amada Madre".

San  José, obtenga para mí un gran amor a María santísima, tu cónyuge.

sábado, 13 de agosto de 2011


San José: hombre de los proyectos divinos.

Durante tu vida, tú, san José, no te has preocupado por hacer cosas grandes, sino por cumplir bien la voluntad de Dios, inclusive en las cosas más sencillas y humildes, con mucho empeño y amor.

sábado, 30 de julio de 2011


«Pues como el suyo era matrimonio, y matrimonio virginal, así lo que la Esposa dio a luz virginalmente, ¿por qué no iba a aceptarlo castamente el esposo? Pues lo mismo que la esposa lo era en castidad, en castidad era el esposo; y lo mismo que Ella era casta Madre, él fue casto Padre. En su corazón él cumplía un oficio mucho mejor que otro que lo desea realizar sólo carnalmente. Pues quienes adoptan hijos, tienen más castidad al engendrarlos en el corazón que los que carnalmente pueden tenerlos. Por tanto, José no sólo debió ser padre, sino serlo al máximo... En resumen, todos los bienes del matrimonio se dieron en los padres de Cristo: la prole, la fidelidad, el sacramento. La prole la reconocemos en la Persona del Señor Jesús; la fidelidad, porque no hubo adulterio, y el sacramento, pues no hubo separación ni divorcio... ¿Cómo era padre? Tanto más profundamente padre cuanto más casta fue su paternidad... El Señor no nació del germen de José. Sin embargo, a la piedad y a la caridad de José, le nació un hijo de la Virgen María, que era Hijo de Dios»

(San Agustín, Sermón 51)

lunes, 18 de julio de 2011


ORACIÓN DE LA HUMILDAD A SAN JOSÉ

Enséñanos José

Cómo se es “no protagonista”.

Cómo se avanza sin pisotear.

Cómo se colabora sin imponerse.

Cómo se ama sin reclamar.

Dinos; José

Cómo se vive siendo ‘número dos’.

Cómo se hacen cosas fenomenales desde

un segundo puesto.

Explícanos

Cómo se es grande sin exhibirse.

Cómo se lucha sin aplauso.

Cómo se avanza sin publicidad.

Cómo se persevera y se muere uno

sin esperanza de que le hagan un homenaje.

sábado, 9 de julio de 2011

Modelo de pobreza


San José es modelo de pobreza. La pobreza material de S. José es condición para la riqueza sobrenatural de su alma. Jesucristo se hizo pobre por amor a nosotros, para enrique­cernos con su pobreza ( Cf. 2ª Cor. 8, 9). San José realiza el sentido cristológico de la pobreza. Por eso, vive de la Providencia e, identificado con la pobreza de Cristo, nos transmite la riqueza del conocimiento y el amor del mismo Cristo.

La pobreza de San José es prototipo para los más comprometi­dos con el Evangelio. Se trataría de vivir abandonados en la Providencia, sin seguridades humanas, como Jesucristo, para ser cauce de la riqueza de la santificación para la Iglesia y para el mundo. La pobreza cristológica es clave para la libre entrega al Evangelio y poder proclamar la Verdad y el Bien sin ataduras.

viernes, 1 de julio de 2011


ORACIÓN

Oh Dios que concediste al bienaventurado José hacerle partícipe de la salvación a través del cumplimiento puntual de sus obligaciones, haz que yo comprenda que la mortificación es un medio de amar y de reparar los pecados. Dame la fuerza para vivir como Tú deseas que viva. Así sea.
Jesús, José y María, os doy el corazón y el alma mía.
Jesús, José y María, asistidme en mi última agonía.
Jesús, José y María, con vos descanse en paz el alma mía.

viernes, 24 de junio de 2011


Una paloma, con un dátil en el pico, sobrevolaba un huerto. Dejó caer el dátil. Arraigó en aquella buena tierra, creció y se convirtió en una hermosa palmera. El hortelano no había sembrado la palmera, pero ha crecido en su huerto, y por tanto le pertenece. Cuando crezca la palmera, la admirarán las gentes y bendecirán la buena tierra. Nadie quizá se acordará del hortelano que la cuidó con amor.

San Francisco de Sales explica el símil. El hortelano es San José. El huerto es María su esposa. La paloma es el Espíritu Santo. La palmera es Jesús, palmera que pertenece a José, esposo de María y dueño del huerto.



jueves, 16 de junio de 2011

Veneramos a San José como modelo de respuesta a la vocación, como patrón, custodio y guía de nuestros queridos seminarios. De él “aprendió” nada menos que el Hijo de Dios la confianza total que le lleva, guiado por la llamada del Padre que le ama, a dedicar su ser entero a la obra del Reino de Dios. ¿Por qué no podemos imaginar que alguna vez José le confiaría a Jesús la historia de su vocación, cómo escuchó la llamada de Dios, su miedo ante la responsabilidad, su confianza y decisión?

sábado, 4 de junio de 2011


La devoción a San José en el Carmelo Teresiano va esencialmente unida a Santa Teresa de Jesús (de Ávila - España) Es ella, quien le asocia como Fundador de la Reforma carmelitana. Por esta causa, puso sobre la portería de todos los monasterios que fundó, a la virgen María y al glorioso San José; y en sus fundaciones llevaba consigo una imagen de bulto del Patriarca San José.

martes, 31 de mayo de 2011


Apelad tranquilamente a este Santo, a fin de que pueda interceder por vosotros en todas vuestras necesidades. Por su fidelidad y por su amor le han sido dadas las potestades de intersecesión y de gracia para todas vuestras necesidades. Sea para vosotros un modelo constante.

jueves, 19 de mayo de 2011

A lo largo de su historia el Carmelo teresiano, tanto femenino como masculino, ha escrito páginas gloriosas de devoción a San José. San José ha sido siempre y sigue siendo el Padre, el Protector, el Patrono, el Señor, nuestro Padre y Señor San José. La experiencia de la Santa Madre sigue gravitando sobre su vida y su historia y el grito -llamada a él especialmente dirigido- querría yo persuadir a todos fuesen devotos de este glorioso Santo, ha encontrado siempre eco y acogida en el corazón de sus Carmelos.


domingo, 8 de mayo de 2011


“Lo que José hizo es genuina ‘obediencia en la fe’” (cf. Rm. 1,5; 16,26; 2 Cor. 10,5-6) subraya Juan Pablo II, que cita la Constitución “Dei Verbum”: “El Concilio dice al respecto: ‘Cuando Dios revela hay que prestarle la obediencia de la fe’, por la que el hombre se confía libre y totalmente en Dios, presentando a Dios revelador el homenaje del entendimiento y de la voluntad asintiendo voluntariamente a la revelación hecha por él. La frase anteriormente citada, que concierne a la esencia misma de la fe, se refiere plenamente a José de Nazaret” (RC, n. 4).

sábado, 30 de abril de 2011

San José Obrero (1 de mayo)

El 1 de mayo, fiesta del trabajo, conmemoramos a san José, el esposo de la Virgen María, el artesano de Nazaret, bajo cuya tutela vivió y se inició en el trabajo y en el mundo social Jesús, llamado por sus conciudadanos «el hijo del carpintero». La fiesta la estableció Pío XII en 1955 y quiere ser una catequesis sobre el significado del trabajo humano a la luz de la fe. San José, hombre sencillo de pueblo, nos da el ejemplo de una vida honesta y laboriosa, ganándose el pan con el sudor de su frente, para él y para los a él confiados, por los servicios prestados a su prójimo. José ennobleció el trabajo, que ejerció sostenido y alentado por la convivencia con Jesús y María.

Oración: Dios todopoderoso, creador del universo, que has impuesto la ley del trabajo a todos los hombres, concédenos que, siguiendo el ejemplo de san José, y bajo su protección, realicemos las obras que nos encomiendas y consigamos los premios que nos prometes. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

sábado, 23 de abril de 2011


También el trabajo de carpintero en la casa de Nazaret está envuelto por el mismo clima de silencio que acompaña todo lo relacionado con la figura de José. Pero es un silencio que descubre de modo especial el perfil interior de esta figura. Los Evangelios hablan exclusivamente de lo que José «hizo»; sin embargo permiten descubrir en sus «acciones» —ocultas por el silencio— un clima de profunda contemplación. José estaba en contacto cotidiano con el misterio «escondido desde siglos», que «puso su morada» bajo el techo de su casa. Esto explica, por ejemplo, por qué Santa Teresa de Jesús, la gran reformadora del Carmelo contemplativo, se hizo promotora de la renovación del culto a san José en la cristiandad occidental.

miércoles, 13 de abril de 2011

San José Carpintero


Estaba José sentado tallando una cruz

Se acercan las tiernas pisadas de Jesús

Como una mariposa revolotea el niño Dios

Juntos entre ellos todo es amor


Y se juntaron sus manos José al cielo subió

Viendo a su niño clavado como su Sangre derramo

Por que mi niño se muere, por que tanto dolor

Atravesaban sus manos

dime porque, dime porque mi Dios


Jesús se sienta en sus piernas y una lágrima cayó

El llanto de San José al pequeñito cubrió

No llores tanto mi padre, nunca te voy a dejar

Juntos como carpinteros vamos a trabajar


Felipe Gómez

viernes, 8 de abril de 2011



San José era impulsado por su amor esponsal y paternal a vivir para María y Jesús; Jesús y María, correspondiendo a tal amor contribuían a acrecentarlo sin fin.

Juan Pablo II resume así esta relación: “Puesto que el amor ‘paterno’ de José no podía dejar de influir en el amor ’filial’ de Jesús y viceversa, el amor ‘filial’ de Jesús no podía dejar de influir en el amor ‘paterno’ de José, ¿cómo adentrarnos en la profundidad de esta relación singularísima? Las almas más sensibles a los impulsos del amor divino ven con razón es San José un luminoso ejemplo de vida interior” (RC, n. 27).

martes, 29 de marzo de 2011


San José se merece mi amor y veneración particular, porque Dios le ha concedido tantos y tan grandes privilegios. Dios dispuso que fuera esposo de la Madre de su Hijo. Un ángel le trajo la nueva del cielo. Era el protector fiel y padre nutricio de Jesús; un ángel le trajo la orden de huir a Egipto, y más tarde de volver a la tierra santa.


El hijo de Dios le estaba sujeto: Jesús le obedeció como un hijo debe obedecer a su padre; como un aprendíz, a su maestro.- José era muy agraciado de Dios. Recordemos su fe firme e imperturbable, su profunda humildad, su dedicación realmente heroica a la Providencia divina. José tenía constantemente delante de sí el ejemplo maravilloso de las virtudes de Jesús y María.

Gozaba de la íntima convivencia con ellos. De todas estas magnificencias, que eran para el cielo entero el objeto de júbilo constante, era José testigo y admirador.- José es el único de todos los mortales que falleció en los brazos de Jesús, autor de toda vida, y en presencia de María Santísima.-


Lo que a nosotros nos parece tan duro y tan difícil, era para él un paso dulce y agradable.- Estos motivos suficientes para ayudar a San José a agradecer todos estos privilegios, con que Dios quiso distinguirlo.


"Y les estaba sujeto". (Lucas 2, 51)


-Santiago Koch,S.V.D.- De: Tu compañero de jornada al encuentro con Dios

domingo, 20 de marzo de 2011

Actuación de cada uno de los dones del Espíritu Santo en San José


1.Don de entendimiento: Por el don de entendimiento, que purificó y perfeccionó su fe, obtuvo el santo Patriarca un conocimiento mucho más profundo, esclarecido y exacto de todos los misterios y verdades sobrenaturales, penetrando su íntimo sentido y conveniencia, especialmente en aquellos que tan íntimamente prestó su cooperación, como la encarnación y redención divinas.
2.Don de sabiduría: Este don perfeccionó la ardentísima caridad de San José, no intrínsecamente, sino dándole un conocimiento afectivo y experimental admirable y suavísimo de esa presencia e íntima unión con Dios por el amor, juzgando de todo lo demás y ordenándolo todo a su transformación de lo más profundo de sí mismo en Dios.
3.Don de ciencia: Este don completó el conocimiento y juicio que San José tuviera de las cosas humanas, capacitándole para juzgar con certeza sobre lo que debía obrar, es decir, como los debía utilizar en orden a Dios y a su aprovechamiento sobrenatural.
4.Don de consejo: Por el don de consejo el Espíritu Santo corroboró la virtud de la prudencia en San José, dando certeza y seguridad a sus juicios prácticos para elegir todas las cosas necesarias o convenientes en orden a la vida eterna, especialmente para juzgar en los casos concretos más difíciles e inesperados y obrar en ellos con toda confianza y decisión.
5.Don piedad: El espíritu Santo, por el don de piedad, imprimió constantemente en el alma de San José un afecto filial hacia Dios, como a verdadero Padre, sintiendo vivamente esa filiación divina amando a los demás hombres co o hijos también de Dios y a hermanos en él, abarcando en su afecto a todos los seres como a cosas de Dios, ofreciéndose también en sacrificio y redención por los demás hombres, unido al sacrificio de María de María y de Jesús.
6.Don de fortaleza: Con el don de fortaleza San José aceptó aquel divino ministerio tan superior a sus fuerzas perseverando en e cumplimiento de sus deberes a pesar de todas las dificultades, siempre seguro d ela ayuda divina, sereno y hasta gozoso en los trabajos en los trabajos y persecuciones, esperando del Señor la recompensa.
7.Don de temor de Dios: Por el don de temor el santo Patriarca vivió siempre sometido a Dios con filial reverencia, no temiendo precisamente su pecado o reparación, pero reconociendo su pequeñez ante la excelencia y majestad divinas y ante innumerables gracias con que incesantemente le favoreció.

Sin duda que los siete dones del Espíritu santo, los que San José debió ejercitar pr razón de su ministerio fueron el don del consejo y el don de fortaleza, para dirigir y gobernar y defender a la Sagrada Familia entre tantas privaciones y adversidades, sin perder un momento de vista el supremo sacrificio de la cruz.

Cuánto haya sido el mérito que adquirió y la gloria que le corresponde por el ejercicio de tantas virtudes y la correspondencia a los dones del Espíritu Santo, hemos de deducirlo de la abundancia de la gracia y de la caridad con que estuvo siempre adornado, de la cantidad y excelencia de sus obras y de la perfección de cada uno de sus actos, sirviéndonos de suprema medida en todo aquello su excelsa aproximación a la Santísima Virgen.


Fuente: ACIprensa

viernes, 4 de marzo de 2011

Marzo, mes de San José


San José se merece mi amor y veneración particular, porque Dios le ha concedido tantos y tan grandes privilegios. Dios dispuso que fuera esposo de la Madre de su Hijo. Un ángel le trajo la nueva del cielo.
Era el protector fiel y padre nutricio de Jesús; un ángel le trajo la orden de huir a Egipto, y más tarde de volver a la tierra santa.
El hijo de Dios le estaba sujeto: Jesús le obedeció como un hijo debe obedecer a su padre; como un aprendíz, a su maestro.-
José era muy agraciado de Dios. Recordemos su fe firme e imperturbable, su profunda humildad, su dedicación realmente heroica a la Providencia divina. José tenía constantemente delante de sí el ejemplo maravilloso de las virtudes de Jesús y María. Gozaba de la íntima convivencia con ellos. De todas estas magnificencias, que eran para el cielo entero el objeto de júbilo constante, era José testigo y admirador.-
José es el único de todos los mortales que falleció en los brazos de Jesús, autor de toda vida, y en presencia de María Santísima.-
Lo que a nosotros nos parece tan duro y tan difícil, era para él un paso dulce y agradable.-
Estos motivos suficientes para ayudar a San José a agradecer todos estos privilegios, con que Dios quiso distinguirlo.

"Y les estaba sujeto". (Lucas 2, 51)

-Santiago Koch,S.V.D.-
De: Tu compañero de jornada al encuentro con Dios

sábado, 5 de febrero de 2011

San José, patrono de la Iglesia




DECRETO QUE PROCLAMA A SAN JOSÉ PATRONO DE LA IGLESIA


A la Urbe y al Orbe.

De la misma manera que Dios había constituido a aquel José, procreado del patriarca Jacob, superintendente de toda la tierra de Egipto, para conservar el trigo del pueblo, así, con la plenitud de los tiempos, para mandar sobre la tierra a su hijo Unigenito Salvador del mundo, escogió a otro José, del que aquel era figura, y lo hizo Señor y Príncipe de la casa y su posesión y lo nombró custodio de sus principales tesoros.

De hecho, él tuvo por esposa a la Inmaculada Virgen Maria, de la cual nació del Espíritu Santo Nuestro Señor Jesucristo quien, cerca de los hombres, fue digno de ser Hijo de José, y le estuvo sujeto. Y Aquél, que tantos reyes y profetas ansiaban ver, José no solo Lo vió sino que moró con Él y, con paterno afecto, lo abrazó y lo besó y, además, nutrió con cuidado al el pueblo fiel comería como pan descendido del cielo, para conseguir la vida eterna. Para ésta sublime dignidad, que Dios confirió a éste fiel servidor suyo, la Iglesia siempre tuvo en sumo honor y alabanza al Beato José, después de la Virgen Madre de Dios, su esposa, e imploró su intervención en los momentos difíciles.

Por tanto, ya que en estos tiempos malvados la misma Iglesia, plagada de enemigos por todas partes, está totalmente oprimida por los más graves males, que hombres impíos pensaron hacer prevalecer finalmente las puertas del infierno contra de ella, los Venerables excelentísimos Obispos del Orbe Católico presentaron al Sumo Pontífice sus súplicas y las de los fiels a los que cuida, pidiendo que se dignase en constituir a San José Patrono de la Iglesia Católica. Habiendo luego, en el Sacro Concilio Ecuménico Vaticano, renovado más insistentemente sus peticiones y sus votos, el Santísimo Señor, nuestro Papa Pío IX, consternado por el reciente y luctuoso estado de cosas, para confiarse a sí y a todos los fieles al potente patrocinio del Santo Patriarca José, quiso satisfacer los votos de los excelentísimos Obispos y solemnemente lo declaró Patrono de la Iglesia Católica, ordenando que su fiesta, el 19 de marzo, fuera celebrada con rito doble de primera clase, aunque sin octava, al modo de la Cuaresma.

Él mismo, además, dispuso que tal declaración, por medio del presente Decreto de la Sagrada Congregación de los Ritos, fuera hecho público en este día sagrado de la Inmaculada Virgen Madre de Dios y esposa del castísimo José.

No obstante cualquier cosa en contra.
El día 8 diciembres 1870.

Cardenal PATRIZI
Prefecto de la S. C. de los RR
Obispo de Ostia y Velletri.

sábado, 29 de enero de 2011


Dios ha concedido diversos privilegios a San José:

I. Los que invocan devotamente, estarán protegidos del cielo a la virtud de la castidad y para superar las tentaciones de los sentidos.
II. Ellos recibirán gracias especiales del pecado.
III. Se obtendrá la verdadera devoción a la Santísima Virgen.
IV. Ellos harán una buena muerte y feliz, y serán protegidos en este último momento contra el demonio.
V. Se les entregará cuando sea conveniente, las enfermedades del cuerpo y encontrar alivio en sus oraciones.
VI. Que será sucedido por su familia si está casado.
VII. Los demonios temen a la invocación misma del nombre glorioso de San José.

sábado, 22 de enero de 2011


San Alfonso María de Ligorio nos hace reflexionar: "¿Cuánto no es también de creer aumentase la santidad de José el trato familiar que tuvo con Jesucristo en el tiempo que vivieron juntos?" José durante esos treinta años fue el mejor amigo, el compañero de trabajo con quién Jesús conversaba y oraba. José escuchaba las palabras de Vida Eterna de Jesús, observaba su ejemplo de perfecta humildad, de paciencia, y de obediencia, aceptaba siempre la ayuda servicial de Jesús en los quehaceres y responsabilidades diarios. Por todo esto, no podemos dudar que mientras José vivió en la compañía de Jesús, creció tanto en méritos y santificación que aventajó a todos los santos.

sábado, 8 de enero de 2011

Invocación mariana


María venera a San José y lo ama especialmente porque es su tutela y protección como Virgen y como Madre. María se confía especialmente a San José.

María: enséñanos a confiar la tutela de nuestra vida espiritual a San José y a dejarnos orientar por Él.

San José está silenciosamente presente en la meditación de los misterios de Cristo en el Rosario. A Él le confiamos la santidad de los que se preparan al sacerdocio.


lunes, 3 de enero de 2011

San José es el humilde


Es estupendo este ejemplo de San José que, siendo también jefe de familia, está simplemente a su servicio con una familiaridad hecha de abandono y de continua entrega. San José no mide la vida de Jesús y de la Virgen sobre sus propias exigencias, sino que pone su vida al servicio de ellos. No parte para Egipto cuando es cómodo para él sino cuando el interés de Jesús lo requiere.