"Si el Carmelo tiene la gloria del Culto Josefino, es por el incremento que le dio Santa Teresa, continuado por sus hijas e hijos, quienes proclaman gozosos con su Sta Madre: " San Jose es mi verdadero padre y señor". Por ello es protector especialisimo del Carmelo Teresiano desde sus origenes"



domingo, 25 de julio de 2010

El Taller de Nazareth


¿Que encontramos en el taller de Nazaret? La figura de la sabiduría y de la bondad del artesano. Ahí encontramos la labor y la creatividad del artesano. El amor y la sagacidad creativa del artesano que sabe cómo rehacer lo maltrecho, que encuentra caminos para resolver lo difícil, ajustar lo desajustado. En el taller entra la materia informe y sale modelada, transformada. Un taller es un lugar donde lo inútil se vuelve útil, lo afeado hermoso, lo escacharrado logra funcionar. Al artesano lo envuelve una especial sabiduría. Para él no hay nada imposible. Está aliado, cordialmente aliado con aquello que cae en sus manos.

Si partimos de esa experiencia en la figura de San José y su hijo Jesús, podemos encontrar el modelo de trabajo, diálogo, comunicación y acción, como expresiones que ayudaron en la formación de Jesús que, al asumir un compromiso con la misión que le encomendó el Padre del Cielo, debía pasar por un proceso de formación, donde la figura del artesano, no sólo, lo formó para los quehaceres artesanales, sino también para la experiencia afectiva y volitiva de la vida. Esa ha de ser la experiencia de todo padre de familia en su labor formativa con los hijos y en su realidad familiar, como el que da la cara por la realidad que le corresponde formar y conformar, con la colaboración y buena labor de su amada esposa.

jueves, 15 de julio de 2010


Juan XXIII, en el año 1962, enseña: «San José, ilustre descendiente de David, luz de los Patriarcas, esposo de la Madre de Dios, guardián de su virginidad, padre nutricio del Hijo de Dios, vigilante defensor de Cristo, Jefe de la Sagrada Familia; fue justísimo, castísimo, prudentísimo, fortísimo, muy obediente, fidelísimo, espejo de paciencia, amante de la pobreza, modelo de obreros, honor de la vida doméstica, guardián de las vírgenes, sostén de las familias, consolación de los desgraciados, esperanza de los enfermos, patrono de los moribundos, terror de los demonios, protector de la Iglesia Santa. Nadie es tan grande después de la Virgen María".
La razón de esta preminencia está en la plenitud de gracia recibida por San José, proporcionada a su misión de padre nutricio de Jesús, puesto que fue directa e inmediatamente elegido por el mismo Dios para esta misión única en el mundo. La misión de San José, en efecto, supera el orden mismo de la gracia y linda con el orden hipostático constituido por el misterio mismo de la Encarnación.


"La Iglesia entera reconoce en San José a su protector y patrono. A lo largo de los siglos se ha hablado de él, subrayando diversos aspectos de su vida, continuamente fiel a la misión que Dios le había confiado. Por eso, desde hace muchos años, me gusta invocarle con el título entrañable: Nuestro Padre y Señor». Las virtudes de San José señaladas por Juan XXIII son un espléndido modelo propuesto para nuestra imitación. "Nuestro Padre y Señor San José es Maestro de la vida interior.-Ponte bajo su patrocinio y sentirás la eficacia de su poder".


Instituto Tomás Moro en Asunción, Paraguay

jueves, 8 de julio de 2010

San José, patrono de los moribundos


Hay tres razones por las cuales San José es el patrono especial de los moribundos:

1) Él es el padre adoptivo del Juez Eterno, que no le puede negar

2) Es terrible a los demonios, la Iglesia lo llama
el El terror de los demonios y Conquistador del Infierno.

3) Su propia muerte fue más hermosa, ya que murió en los brazos
de Jesús y María, esta es la razón principal por la cual él es el
patrón de una buena muerte, la muerte de ningún otro santo fue tan feliz, tan glorioso.

San Francisco de Sales fue de la opinión de que
San José murió con el amor de Dios.