"Si el Carmelo tiene la gloria del Culto Josefino, es por el incremento que le dio Santa Teresa, continuado por sus hijas e hijos, quienes proclaman gozosos con su Sta Madre: " San Jose es mi verdadero padre y señor". Por ello es protector especialisimo del Carmelo Teresiano desde sus origenes"



domingo, 28 de noviembre de 2010


El Santo Ángel cuenta con una nueva imagen de San José para el paso de Santa Teresa desde noviembre de 2007, que ha realizado el joven imaginero David Valenciano.

Se trata de una hermosa imagen de unos 80 cms. de altura, que muestra al Patriarca en actitud de dar un paso hacia adelante. La imagen va delante en el paso de Santa Teresa, de ahí esa actitud que el escultor David Valenciano ha estudiado. Lleva en su mano izquierda a un simpático Niño Jesús, que como queriendo bajarse del regazo acapara nuestra atención.

El rostro de San José es de gran belleza y representado muy joven. Lleva el manto anudado en torno a un pequeño medallón con el escudo de la Orden y con un cordón natural.

En la mano derecha porta una vara florida. Va estofado en la túnica con motivos florales, y con detalles como el escudo de la Orden, en el pecho el anagrama de la antigua Esclavitud de San José que tenía su sede en el Santo Ángel y que está en una hoja del libro de Cabildos de dicha esclavitud que se guarda en el archivo carmelitano.

Otro detalle carmelitano es el escapulario antiguo que lleva el Niño en sus manos. Lleva numerosos detalles muy cuidados como aplicaciones de orfebrería en las sandalias. El escultor David Valenciano ha acertado con esta obra dotada de movimiento y belleza. La imagen irá colocada en el nuevo retablo que se está levantando para Santa Teresa.


fuente: sevillainformacion.org

martes, 23 de noviembre de 2010

San José obrero...


Oración con la que el papa Juan XXIII terminaba su alocución en la fiesta del año 1959:

" ¡Oh glorioso San José, que velaste tu incomparable y real dignidad de guardián de Jesús y de la Virgen María bajo la humilde apariencia de artesano, y con tu trabajo sustentaste sus vidas, protege con amable poder a los hijos que te están especialmente confiados!

"Tú conoces sus angustias y sus sufrimientos porque tú mismo los probaste al lado de Jesús y de su Madre. No permitas que, oprimidos por tantas preocupaciones, olviden el fin para el que fueron creados por Dios; no dejes que los gérmenes de la desconfianza se adueñen de sus almas inmortales. Recuerda a todos los trabajadores que en los campos, en las oficinas, en las minas, en los laboratorios de la ciencia no están solos para trabajar, gozar y servir, sino que junto a ellos está Jesús con María, Madre suya y nuestra, para sostenerlos, para enjugar el sudor, para mitigar sus fatigas. Enséñales a hacer del trabajo, como hiciste tú, un instrumento altísimo de santificación".

sábado, 13 de noviembre de 2010

Dios añadirá


En hebreo el nombre de José significa: Dios añadirá. Le viene muy bien este nombre a San José. Responde realmente a vida. El Señor añadió a su vida la de Jesús y la de María. Con ellos san José vivió con plenitud, siendo a la vez, su vida, muy normal. Su papel en los planes de Dios fue clave. El Señor pudo salvar a los hombres, en parte, por la vida ordinaria del padre de Jesús.
Éste es el criado fiel y solícito a quien el Señor ha puesto al frente de su familia.
Es difícil de creer, así, a simple vista, que la redención se inició con la vida corriente de una familia, y en un sitio tan poco importante como Nazaret.

San José era el cabeza de esa Familia. Su vida fue como la de tantos millones de hombres. Las mismas costumbres que sus vecinos, comerían lo mismo, hablarían de muchas cosas comunes, etc. Trabajaba, como cualquiera, para sacar adelante a los suyos. Era un padre de familia como tantos otros. No vio los milagros que hizo Jesús. Tampoco supo de las muchedumbres que le seguirían.
Sus evidencias para saber que Dios estaba salvando a la humanidad eran el ruido de un serrucho, el trabajo acabado y bien hecho, el orden en su taller, las preguntas que le hacía Jesús para saber cortar bien una pieza, o la voz de María diciéndoles que fueran a comer...
Del Señor escucharía que se portaba estupendamente, que era piadoso, amigo de sus amigos, servicial con todos, etc. San José estaba orgulloso de Jesús.
No había nada de espectacular o de sobrenatural, en el sentido de que sucediera algo que diera de que hablar más allá del ambiente de Nazaret. Tampoco san José esperaba que ocurriera nada de eso.
Y, sin embargo, nunca dudó de la grandeza de su misión. Hizo lo que Dios le pidió, por eso el Señor añadió tanto.


sábado, 6 de noviembre de 2010


San José ha renunciado a entender y ha aceptado de creer, ha renunciado a mandar y ha aceptado obedecer. Sin embargo, creyendo, se ha dejado dirigir por el Señor y Él lo ha introducido en un modo particularmente íntimo en el misterio de la encarnación y de la salvación.

San José, este amable patrono de la vida espiritual, nos ayuda a estar siempre ante el corazón y los ojos de Dios y olvidarnos de nosotros mismos, porque en ese desaparecer a los ojos de todos y a nuestros ojos, nos perderemos en el humilde y silencioso corazón del único Dios y Señor nuestro.