"Consideramos el amor que San José llevaba a María, su santísima esposa. Ella fue la más hermosa de todas las mujeres. Ella era más humilde, más pura, más obediente, más inflamada por el amor de Dios, que todos los ángeles y de todos los hombres que han sido o serán creados. Por lo tanto, ella merece todo su amor. A esto hay que añadir la realización del amor que ella tuvo para él, y el hecho de que Dios había elegido como su amada Madre".
San José, obtenga para mí un gran amor a María santísima, tu cónyuge.