José, "siendo hombre justo" (Mt 1, 19), obedece al Señor y entra concientemente en el misterio de la Redención. "De este misterio Divino José es, junto a María, el primer depositario" (Redemptoris Custos).
Estando cerca el nacimiento de Jesús, para obedecer a una ley imperial de empadronamiento, José y María van a Belén.
En un momento tan importante de la Redención, cual es el nacimiento de Jesús, no podía estar ausente el que el Padre había escogido como un representante, José el esposo de María. (R. C., 12).
Estando cerca el nacimiento de Jesús, para obedecer a una ley imperial de empadronamiento, José y María van a Belén.
En un momento tan importante de la Redención, cual es el nacimiento de Jesús, no podía estar ausente el que el Padre había escogido como un representante, José el esposo de María. (R. C., 12).
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