Su fe era tal que no albergó dudas o incertidumbres, fue a donde Dios lo enviaba, con su carga, con sus tesoros constituidos por una delgada madre y un recién nacido que luego se fue haciendo niño. Como padre, no se opuso, sino que, conociendo la Divina Voluntad, cuidó, acompañó y, en su ãnimo ardiente, bendijo a su Hijo, a fin de que anunciara la Palabra y se cumplieran en el mundo los designios del Padre.
Fue un trabajador modelo, un ejemplo admirable. Llevó a la familia sobre un navío certero y supo guiarla hacia playas y puertos seguros, incluso cuando las aguas eran tumultuosas. Supo ser un digno compañero de su esposa y se amaron con sentimientos tan puros que encantaron a los Ángeles del cielo.
¡Oh Vosotros, padres!, extraed enseñanza de este hombre que supo construir una familia humana. Aplicó a ella todas las virtudes de que era capaz con su alma ardiente de amor. Solo el amor y la fe le permitieron, en el camino de su vida, superar notables obstáculos y ofrecer tanta delicadeza humana a su alegre niño que tanto adoraba.
Fue un trabajador modelo, un ejemplo admirable. Llevó a la familia sobre un navío certero y supo guiarla hacia playas y puertos seguros, incluso cuando las aguas eran tumultuosas. Supo ser un digno compañero de su esposa y se amaron con sentimientos tan puros que encantaron a los Ángeles del cielo.
¡Oh Vosotros, padres!, extraed enseñanza de este hombre que supo construir una familia humana. Aplicó a ella todas las virtudes de que era capaz con su alma ardiente de amor. Solo el amor y la fe le permitieron, en el camino de su vida, superar notables obstáculos y ofrecer tanta delicadeza humana a su alegre niño que tanto adoraba.
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