María venera a San José y lo ama especialmente porque es su tutela y protección como Virgen y como Madre. María se confía especialmente a San José.
María: enséñanos a confiar la tutela de nuestra vida espiritual a San José y a dejarnos orientar por Él.
San José está silenciosamente presente en la meditación de los misterios de Cristo en el Rosario. A Él le confiamos la santidad de los que se preparan al sacerdocio.
María: enséñanos a confiar la tutela de nuestra vida espiritual a San José y a dejarnos orientar por Él.
San José está silenciosamente presente en la meditación de los misterios de Cristo en el Rosario. A Él le confiamos la santidad de los que se preparan al sacerdocio.
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